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El desarrollo histórico del material didáctico


El material didáctico es de vital importancia para dar sentido a los contenidosrelativos a la educación, en cualquiera de sus campos. Su uso, por tanto, datadesde hace siglos, tiempos en que las personas entendían que aprender de laexperiencia propia es mucho más enriquecedor que hacerlo desde una ajena.Incluso se puso en duda la validez que tenía la palabra dicha sin el respaldo dematerial didáctico, pero luego se llegó al consenso de que establecer aquello erauna exageración. Fue entonces cuando se decidió lograr un consenso entreambas posturas. La palabra enseñada es el complemento del material didáctico,pudiendo ser también la palabra en si misma una forma de material didáctico. Estoúltimo dependería específicamente de si las entonaciones y variaciones esténpensadas en razón de transformarse en un material didáctico. Luego, se planteóque todo puede llegar a ser un material didáctico. Esta teoría se rechazó deinmediato, dado que iba en desmedro de lo que es e implica el material didácticoen la vida de las personas. Era demasiado fuera de lugar establecer que unanimal, la tierra, el aire, otros humanos, tenían la facultad intrínseca de serademás de lo que son, una forma de material didáctico. A esta sensación se leatribuyó la teoría de la perspectiva, la cual dice que uno ve lo que quiere ver. Estavoluntad no es necesariamente apropiada al consenso ni a las ideas de realidadque se tienen y mantienen durante tanto tiempo y tradiciones. El materialdidáctico, apelando a esa idea, es un complemento de la palabra adoctrinadota ydebe ser considerado como importante.En el campo de la innovación también se han abierto puertas, más allá de lastecnologías de red. Sucede que el pasar de los años y las tradiciones hanconformado un criterio cada vez más amplio de acción. Se han comentado casosen que a partir de unas pocas piezas de madera se han construido perfectosdiseños para practicar la lógica aplicada.

ESTRATEGIAS EDUCATIVAS Y DIDÁCTICAS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR






Introducción
El término estrategia ha sido asociado tradicionalmente, al arte militar, a la política y a la economía. Por esa razón es frecuente, al acudir a los diccionarios, encontrar estos vínculos (Montaner y Simón, 1981; M. De Toro, 1968), que restringen su significado a estrategias militares, políticas y económicas.
No obstante, de acuerdo con su etimología general, es posible encontrar elementos para conferirle una significación mayor. El vocablo estrategia proviene del griego stratégia, de stratégos, general, que significa el arte de dirigir (M. De Toro, 1968 y P. Foulquié, 1967), plan de acción ordenado a un fin determinado, destreza, habilidad para dirigir un asunto (F.Alvero, 1976). Con respecto a su sinonimia está relacionado con los términos pericia, táctica, maniobra, destreza y habilidad (F. Sainz de Robles, 1978). O sea, que el significado de estrategia permite concebirla en otras esferas de la actividad del hombre no menos importantes que las usadas regularmente.


Las estrategias pedagógicas y didácticas
En esta época los conceptos de estrategias pedagógicas y didácticas han venido adquiriendo carta de ciudadanía dentro de las ciencias psicopedagógicas en el mundo iberoamericano, sin criterios unánimes y sin tradición porque, por ejemplo, en los Diccionarios de Pedagogía la palabra estrategia no aparece (P.Foulquié, 1976; A. Merani, 1983), ni en los de Psicología (H.Warren, 1964; A. Reber,1985). Por tal motivo J. Cajide (1992) plantea que este concepto es amplio e impreciso y lo define como procedimientos dirigidos, planificados e intencionalmente creados antes, durante o después del desarrollo de una tarea. Considera que las estrategias deben estar sometidas a las exigencias de los diseños experimentales e investigativos en general y que deben ser diseñadas, planificadas y evaluadas.


Etapas de ellas:
Filosofía o conceptualización (ámbito de actuación)
Metas y objetivos de su puesta en práctica (carácter concreto)
Contenido (resultado o procesos)
Presupuesto (económico)
Evaluación


Requisitos de una buena estrategia considera que deben estar:
Bien definida aunque sean susceptibles de cambios, Objetivos claros y bien delimitados, Especificar tareas, Precisar etapas o pasos a seguir,Análisis cualitativo o cuantitativo, Abiertas a la colaboración o ayuda de expertos, Poder evaluarlas a través de pruebas exploratorias (estadística descriptiva), análisis primario, (diferencias significativas), comparar los resultados entre las diferentes técnicas y establecer relaciones causales.
Si bien estamos de acuerdo con los criterios de este autor por su certeza y profundidad, consideramos necesario precisar algunas cuestiones que, a nuestro criterio, son medulares: el
proceso pedagógico tiene características más generales que el proceso de enseñanza-aprendizaje, aunque en ambos debe manifestarse la unidad de lo instructivo y lo educativo, el primero trasciende el marco de lo docente, lo que implica una diferenciación de las estrategias.
El otro aspecto a considerar es que no debe establecerse una igualdad entre la estrategia pedagógica y el proceso investigativo, que se intuye de los criterios de este autor (M. Cajide, 1992). Nuestra valoración es que no son identificables porque la estrategia pedagógica adquiere carácter experimental cuando se quiere demostrar científicamente su validez, si no se ha hecho antes, pero una vez demostrada, no se requieren diseños experimentales al formar parte de la introducción de los resultados o de su generalización, o como parte de una investigación-acción.
Es bueno aclarar que las similitudes entre investigación y estrategia se producen, esencialmente, porque en ambos se aplica la lógica de las ciencias, es decir, el enfoque científico del fenómeno (pedagógico en este caso) al estudiarlo e influir sobre él de forma rigurosa y objetiva, en su constante dinámica y en su relación con otros fenómenos.
El autor C. Giné (1992) las define como procesos ejecutivos que controlan y regulan el uso de las habilidades en las tareas o problemas de aprendizaje. Esta conceptualización es válida para la dirección del acto docente.
Otra definición la propone R. Sierra (1993): constituyen la dirección pedagógica que provoca la transformación del estado real del objeto al estado deseado, a partir del sistema de acciones entre maestros y alumnos para alcanzar los objetivos planteados. como aspectos positivos de esta definición consideramos que están: el carácter dirigido del proceso, el sistema de acciones entre profesores y alumnos y la existencia de objetivos.


Como elementos criticables
Están, de acuerdo con nuestras consideraciones, la introducción innecesaria de términos abstractos de otras ciencias, tales como `objeto', `estado real' y `estado deseado', lo cual entra en
contradicción con el enfoque del alumno como sujeto de la educación. Como definición alternativa que recoge lo mejor de las anteriores, pero con una elaboración más didáctica, proponemos la siguiente: las estrategias pedagógicas constituyen procesos de dirección educacional integrados por un conjunto o secuencia de acciones y actividades planificadas, organizadas, ejecutadas y controladas por el profesor, para perfeccionar la formación de la personalidad de los futuros profesionales, de acuerdo con objetivos formativos previamente delimitados. Con frecuencia hemos encontrado entre los profesores la tendencia a identificar los términos alternativas pedagógicas con el de estrategia, lo cual constituye una confusión porque la alternativa es una opción entre dos o más variables con que cuenta el profesor para trabajar con los alumnos, partiendo de las características y posibilidades de estos (R. Sierra, 1993). Es decir, que al
relacionar ambos conceptos, el de alternativa es más singular y está incluido como un elemento de la estrategia pedagógica.


Características de las estrategias pedagógicas
Lo planteado hasta ahora permite proponer los aspectos más generales de las estrategias pedagógicas, pues a pesar de las discrepancias entre los autores en la actualidad en cuanto a su definición, consideramos que son esenciales los siguientes: No constituyen algo estático, rígido, sino flexible, susceptible al cambio, a la modificación y adecuación de sus alcances, por la naturaleza pedagógica de los problemas a resolver y en la búsqueda de la creatividad.
Poseen un gran nivel de generalidad, de acuerdo con los objetivos y los principios para la educación de la personalidad, al integrar lo docente, lo extradocente y lo extraescolar.
Suponen la planificación a corto, mediano y largo plazos.
Posibilidad y necesidad de ser extrapoladas a la familia y a la comunidad.
Capacidad para insertarse en toda la dinámica del trabajo pedagógico en la
universidad.
Racionalidad de tiempo, recursos y esfuerzos.
Constituidas por una secuencia de pasos, acciones o algoritmos de trabajo que se relacionan con las funciones de la dirección.
Deben incluir el diagnóstico inicial y final para poder alcanzar la certeza científica en la solución de los problemas.
Basamento explícito en los principios psicopedagógicos que las sustenten.
Obligada coherencia entre los diferentes niveles organizativos: alumno, grupos escolar, año, departamento o cátedra, claustro de profesores, disciplinas o asignaturas, ya que en cada uno debe existir una estrategia que se complemente con las demás.
Susceptibles de ser utilizados los diseños experimentales y la validación científica.
Las estrategias didácticas
Los principales presupuestos teóricos planteados en el análisis de las estrategias propias del proceso pedagógico son aplicables al proceso de enseñanza-aprendizaje, si consideramos a este último como proceso pedagógico específico, pero es precisamente en el campo de la enseñanza y el aprendizaje donde se emplean la mayor variedad de términos para designar las responsabilidad del docente y la tarea del estudiante.
En la literatura se pueden encontrar las denominaciones siguientes: estrategias de enseñanza, estrategias de aprendizaje, estrategias cognitivas, estrategias metodológicas y estrategias didácticas. Independientemente de las diferencias en la nomenclatura tienen un objetivo común que es perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje que en el ámbito universitario se traduce en desarrollar las potencialidades de los futuros profesionales, a través de un proceso donde aprendan a pensar, a participar activa, reflexiva y creadoramente.
En las últimas décadas se ha ido incrementando el número de especialistas que justifican con diversas razones la necesidad de estudiar e investigar sobre las estrategias (R. Sierra, 2002) entre ellas están:

El crecimiento vertiginoso de la información.
Las prácticas educacionales diferentes como resultado del desarrollo social alcanzado.
Las posibilidades del conocimiento humano inagotables que hace prácticamente imposible satisfacer las necesidades cada vez más crecientes del hombre.
La personalización del aprendizaje.
El mejoramiento del clima afectivo del aula.
El decremento en el uso de estrategias y habilidades del buen razonar por parte de los alumnos, entre otros.
Los aspectos anteriormente señalados tienen una connotación especial en las aulas universitarias y obligan a una reflexión de esta problemática, que implica retomar el criterio inicial donde se clarifica que el proceso pedagógico es de dirección, y a su vez, la dirección pedagógica presupone la interrelación entre el proceso pedagógico y el proceso de enseñanza-aprendizaje, teniendo en cuenta sus componentes y etapas por la que transcurre.
A partir de la misión de las altas casas de estudio, hoy nadie parece poner en duda la importancia de la adecuada aplicación de estrategias en el proceso de enseñanza-aprendizaje universitario. La educación superior para responder a las necesidades y exigencias sociales debe concebir estrategias potencialmente sólidas, orientadas a los diferentes tipos de contenido, los cuales se derivan de los cuatro componentes de la cultura (conocimientos, habilidades, experiencias de la actividad creadora y normas de relación con el mundo y con las otras personas), que organizados didáctica y metodológicamente y teniendo en cuenta las particularidades de la personalidad, se integran a la formación profesional del estudiante universitario.
La valoración crítica de los diferentes términos planteados inicialmente lleva a las consideraciones siguientes:
ı Lo metodológico es siempre de naturaleza didáctica por lo que se presupone l denominación de
estrategia metodológica.
ı Lo cognitivo alude a un tipo de contenido y este a su vez es una de las categorías didácticas, por lo que resulta limitada la clasificación de estrategias cognitivas para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
ı La enseñanza es la principal tarea del profesor, pero siempre estará al servicio del aprendizaje, en otras palabras, enseñar es dejar aprender, las acciones del docente condicionarán fundamentalmente las acciones del estudiante, es por ello que enfocar estrategias de enseñanza como algo independiente de las estrategias de aprendizaje significa concebir una dicotomía que es contraria a la dinámica del proceso de enseñanza-aprendizaje.
No obstante, la literatura psicopedagógica alude predominantemente a estrategias de aprendizaje, denominación que cobró mayor relevancia a partir de 1980 con los nuevos enfoques del proceso de enseñanza-aprendizaje y la concepción del estudiante como sujeto protagónico en
este proceso. Con diferentes matices el término estrategia de aprendizaje se considera como medio para enfrentarse con éxito a las situaciones de aprendizaje (R. Celorio, 2002), este autor afirma que son reglas de tipo lógico psicológicas y comprenden tanto los procesos de asimilación como los de descubrimiento y creación.
El estudio y análisis de las estrategias de aprendizaje distinguen dos tendencias fundamentales:
1. La que tiende a describir, con más o menos éxito y riqueza de análisis, un número mayor de técnicas de estudio sin entrar en demasiadas aclaraciones teóricas o conceptuales, basándose fundamentalmente en cómo estudiar.
2. En la que cobran importancia los procesos internos que tienen lugar en el sujeto que estudia y aprende que en la técnica propiamente dicha y que se podían encuadrar como procesos de autorregulación y metacognición.


La valoración de estas técnicas permite significar:
ı La aplicación de estrategias de aprendizaje depende de un dominio adecuado de técnicas básicas que se alcanzan con un nivel de madurez en el estudio que se va logrando paulatinamente bajo la orientación del docente.
ı Existe cierta dependencia e independencia a la vez entre las técnicas de estudio y las técnicas de
aprendizaje. Las primeras son reconocidas por algunos estudiosos del tema como microestrategias, pero las estrategias de aprendizajes deben basarse en la metacognición, son las
encargadas de establecer los parámetros de una tarea, localizar los errores, determinar métodos de intervención más adecuados, controlar su aplicación y tomar decisiones a partir de los resultados obtenidos.
ı Resulta prácticamente imposible aplicar cualquier estrategia de aprendizaje sin el respaldo de
diferentes técnicas de estudio, procedimientos y habilidades, es evidente su complementariedad.
ı El aprendizaje contemporáneo considera esencial para su materialización las estrategias que el
profesor utilice para enseñar a sus estudiantes en las que propicie el cuestionamiento, la actitud de búsqueda, el procesamiento de la información. El desarrollo de un pensamiento crítico y creativo y la solución de problemas profesionales.
El análisis efectuado refuerza nuestro criterio y permite adscribirnos al término estrategia didáctica que presupone enfocar el cómo se enseña y cómo aprende el alumno, ya que son las dos partes que integran el proceso de enseñanza-aprendizaje. En tal sentido las estrategias didácticas no se limitan a los métodos y formas con los que se enseña sino al repertorio de procedimientos técnicas y habilidades que tienen los estudiantes para aprender, es una concepción más consecuente con las tendencias actuales.
Por otra parte, en las últimas décadas el concepto de aprender a aprender, que tanto ha atraído la atención y preocupación de psicólogos, pedagogos, directivos e investigadores en el campo
de la Pedagogía, presupone también enseñar a aprender, es decir, no queda solo en el aprendizaje, tiene necesariamente que haber un condicionamiento mutuo, a la vez que se reconoce una relativa independencia. La concepción del aprendizaje más como un proceso que como un resultado refleja la necesidad de una atención sistemática al cómo se enseña.
Los profesores, expertos e investigadores señalan como causa del fracaso escolar la carencia de estrategias de aprendizaje, las cuales son susceptibles de ser enseñadas y entrenadas a través del proceso de enseñanza-aprendizaje. Este enfoque permite expresar de manera concreta las relaciones de la enseñanza y del aprendizaje en la concepción de la estrategia, lo cual no significa identificar ambos procesos sino evidenciar sus interrelaciones. M. Zabalza (2000) afirma que el principal desastre didáctico ocurrido en la enseñanza ha sido el independizar el proceso de enseñar y el de aprender, con esa distribución de funciones no es posible que las cosas funcionen bien. Todo el análisis realizado permite enfocar la enseñanza como un proceso de orientación del aprendizaje del futuro profesional donde se crean las condiciones para que él se apropie de los

conocimientos, desarrolle habilidades y forme valores que le permitan actuar de forma independiente, comprometida y creadora, de esta forma las universidades cumplen con el desafío que se les plantea de preparar para la vida profesional.


Las estrategias didácticas deberán:
ı Organizar el trabajo de los estudiantes en grupos o equipos para facilitar el intercambio, la colaboración y donde el papel del docente sea fundamentalmente de orientador del aprendizaje.
ı Plantear objetivos de aprendizaje, concientizados por los estudiantes, en correspondencia con sus necesidades, intereses y motivaciones, vinculados con los problemas propios de sus futuras esferas de actuación profesional.
ı Crear las condiciones para favorecer el aprendizaje de los estudiantes, definiendo las condiciones, interacciones entre los alumnos y el profesor, contenidos del currículum, materiales didácticos, etc.
ı Enseñar y entrenar a los estudiantes en procedimientos mediadores que favorezcan su aprendizaje, tales como: mapas conceptuales, toma de apuntes relacionales, esquemas, gráficos, etc.
ı Enfrentar a los estudiantes con tareas de carácter profesional, a la solución de problemas, montaje de carpetas de trabajo, microinvestigaciones que propicien un enfoque interdisciplinario e impliquen el desarrollo de habilidades.
ı Tener en cuenta en la dinámica del proceso de enseñanza-aprendizaje el nivel de desarrollo de los estudiantes, lo que presupone estrategias diferenciadas y flexibles.
ı Incluir mecanismos de control y evaluación a través de una diversidad de técnicas con un carácter procesal.


Conclusiones
Las exigencias que la sociedad le plantea a la educación superior obliga a que esta responda con la
formación de profesionales competentes y en ello influye de manera directa la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, la aplicación de estrategias adecuadas, donde el aprendizaje se conciba cada vez más como el vínculo entre lo afectivo y lo cognitivo, garantizando así el desarrollo personal del futuro profesional.

Material didáctico en preescolar




En la etapa preescolar es cuando más libre está la mente para alojar información, es la etapa más curiosa e inocente de la vida. Gracias a los sitios Web educativos es posible tener un acceso más fácil y expedito al material didáctico preescolar que está en inserto en la educación actual, en conjunto con el aporte que la tecnología entrega también se puede acceder a un gran material audiovisual didáctico, haciendo del aprender una instancia para divertirse. ¿Qué mejor que ver y leer al mismo tiempo? Ese es el aporte de todo material audiovisual didáctico, pues es una manera acertada de acaparar la atención de los niños y al mismo tiempo educarlos.
Los niños y adolecentes podrán descubrir diferentes herramientas que les permitirán seguir aprendiendo de una forma más entretenida, mediante cd interactivos, paginas webs con juegos en línea y muchas otras formas que se utilizan como material didáctico para sus hijos. El material didáctico es una de las herramientas más fundamentales para la educación y desarrollo de las personas. Tanto es así, que las empresas encargadas de producir el material didáctico están desarrollando nuevas técnicas para seguir masificando la creación de productos positivos para la sociedad. No obstante, lo más importante no es tecnología o costo, sino que la entretención que brinda en proporción con lo que enseña. El material didáctico se nutre sobre todo del ingenio que se le imprime a cada producción. La idea puede ser muy simple pero su efectividad será dimensionada en la medida que cumpla con el rol que debe tener un material didáctico. No se trata de un elemento práctico para enseñar a personas cierta materia, sino que conseguir a través de el, una respuesta positiva, integrada, divertida, con respecto al material didáctico. Siendo así, el material didáctico llega a lo profundo de la persona y motiva su crecimiento creativo tanto como intelectual.


Las funciones del material didáctico en preescolar
Lo interesante que tiene el material didáctico es que se puede conseguir con piezas muy sencillas y de bajo costo. Será el ingenio el que determine la calidad del juego, siendo la construcción de forma algo absolutamente secundario. El material didáctico tiene otra particularidad que vale la pena señalar. Su naturaleza de integrar a las personas con los juegos o materiales, por lo general motiva a las a seguir buscando más y mejores contenidos de material didáctico. Algunos incluso se quedan en la especificidad y ante la necesidad de dar con algo tan particular terminan ellos creando material didáctico como una forma de reconfortar su búsqueda. Dicho en pocas palabras, el material didáctico genera más material didáctico. Las contribuciones sociales que se le adscriben al material didáctico son tantas como los tipos de material didáctico que actualmente existen. Hay para todo tipo de personas, edades, sexo, credo. Y como se ha señalado, muchas personas crean juegos a partir de las experiencias que han tenido con algún tipo de material didáctico.


Avanzada tecnología en material didáctico
La tecnología ha colaborado en actualizar y abrir un nuevo campo de producción en el material didáctico. Utilizando la tecnología de conexión vía red hacen importantes avances en material de comunicación virtual. Esto se logra a través de una plataforma electrónica que sostiene una serie de material didáctico generado en función de ser compartido por los visitantes de sus sitios electrónicos. Si bien ese tipo de material didáctico se ha expandido de manera sorprendente, su crecimiento no ha significado en ninguno de los casos que los otros tipos de material didáctico hayan pasado de moda. De hecho, ya se habla de que hay toda una tradición con respecto al material didáctico. Los considerados fundamentales se van traspasando con los años por generaciones. Esta situación se da con más frecuencia entre el tipo de material didáctico que se desarrolla de manera personas. Son conocimientos íntimos, creados para un público reducido y sobre todo, sumamente específico. Esta particularidad los hace a su vez mantenerse en el tiempo, e incluso que mejoren su desarrollo, alcanzando tanto la persona como el material didáctico, un desarrollo importante.



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